Eso será imposible – respondió el flaco abriendo la puerta de la casa inmensa de un solo piso La puerta era una gran boca azul y oscura, abría sus fauces hacia unas escaleras que tenias en sus peldaños los ángulos filosos como dientes de un animal, me sentía fascinado con los cuadros iluminados por una luz roja, la sangre animaba a la sangre, percibía a mis amigos leves como fantasmas detrás de mi, terminaba el descenso y llegamos a una salita rodeada de gente un poco siniestra en sus rostros, y una música de incitadora mezcla de piano chelo y violín que preparaba el ambiente. Aquellos me miraban sonriendo como si me conocieran, y se notaba que la expectativa crecía alrededor de mi, muchos sin disimular buscaban mi mirada, algo de ellos despertaba la influencia siniestra de un animal que distraído encontraba su voz en mi cuerpo, mis dedos se erizaban y tenia la impresión de ser un sátiro juguetón y cruel, una de esas sonrisas era roja y de mujer, los dientes blancos afilados me atraían, me tentaban a besarle hasta sangrarle la boca y sujetar su nuca sometiendo su vida hasta saciar mi apetito, que era esto, quien era yo?, no podría reconocerme entonces ni ahora que recuerdo aquel momento, el flaco abrió la ultima puerta, donde se desarrollaría la fiesta, “delicioso” me oí decir Aquel lugar estaba poblado de muebles que rodeaban una cama inmensa y redonda, donde una mujer con los cabellos largos conversaba a media voz con las parejas que sentadas la miraban, absortos, motivados, seducidos a juegos extraños y oscuros, había un tibio viento recorriendo el lugar, su presencia imantaba el ambiente, me fui acercando a ellos perdido entre el embrujo de su voz, y buscaba desesperadamente su mirada, aquellos ojos de primera mujer eran algo así como un madero de salvación en mi naufragio, sus ojos eran negros como sus cabellos ondulados que jugaban con el contorno de su rostro limitando su sonrisa, una sonrisa de labios gruesos y del color del vino, una sombra jugaba entre el mentón y el labio inferior, ese punto oscuro era un vacío delicioso, que intentaba llenar el vacío inminente que aumentaba en mi, al mirarle me miraba en sus ojos y veía un niño triste y encantado jugando con un puñal afilado, quería conocer el dolor, y oler en su cuello el aroma del placer, veía, deliciosa, la concavidad de su escote, donde dos senos redondos se suspendían en el aire como fruta fresca. Entonces kain entro.
2 comentarios:
sólo el amor de las putas salvará este mundo
Hoy 17 de setiembre 2009, creo que todos tus seguidores, buscan mas historias de este escritor.
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