El minotauro y la niebla

Espacio de arte, relajo, hueveo, demas y de menos; nunca suficiente para saciarse, pero tampoco completo para aburrirse
Cínico perfecto, es un sueño que espero poder alcanzar

jueves, 20 de noviembre de 2008

Carlitos Sandoval (solo amor de putas)




Hacia mas de dos meses que no había salido de mi casa de la manera furtiva y salvaje con las que estuvieron acostumbradas mis noches, tal vez el encuentro con la enfermera y aquello que ella me dio, algo de sacrificio y voluntad hacia otro ser que no era uno mismo, algo de eso se impregno en mi, y yo no tenia por quien luchar, entonces aunque me cueste aceptarlo empezaba a extrañarla, sin ella tampoco tenia sentido de nuevo la violencia, aquellos tres meses que fueron mas que sexo y juegos tiranos, tenían en sus intervalos momentos de ternura que no entendía, como cuando lavaba la ropa de su hijo y la mía sin pedir nada, ya no sentía la necesidad e emborracharme, hasta compraba cosas para la casa, y evitaba las calles oscuras, y todo por ella por que no quería que saliera lastimada ni que se fuera No entendía por que dependía de ella, y del pequeño que hasta me hacia sonreír cuando intentaba resolver algún ejercicio o me preguntaba que significaba la palabra hiperdulía, me fui yendo a la cama temprano y el sexo se fue volviendo menos salvaje, empezábamos a decirnos con sobrenombres comunes, yo le decía “chola prepara la cena” y ella me decía “mi amor vas a llegar tarde?”; me vi a mi mismo viviendo una vida absurda pero feliz a su lado, no se que me había pasado en que momento termine vendiendo libros de casa en casa vestido de uniforme y corbata, lo único que se es que no volví hacia su casa otra vez, y ella tampoco busco encontrarme; no cambie mi numero y no volvió a llamarme, creo que lo esperaba, pero entonces que me paso?, buscaba un hogar, necesitaba un hogar, desesperadamente aparecí ahí después de dos años de desaparecer, y al abrir la puerta todo fue como el cine mudo, mi padre llorando y mi madre abrazándome, los hermanos abrazándome, todos se abrazaban demasiado brazos mierda y yo ponía mi mejor cara de hijo prodigo, entonces paso lo que tenia que pasar, me vistieron me alimentaron, hicieron un futuro para mi, al que yo accedí sin reclamar, a veces me amonestaban pero luego volvían el rostro y me abrazaban otra vez como si fuera algo demasiado preciado, quizás fue eso lo que terminó alejándome de la enfermera.

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