El minotauro y la niebla

Espacio de arte, relajo, hueveo, demas y de menos; nunca suficiente para saciarse, pero tampoco completo para aburrirse
Cínico perfecto, es un sueño que espero poder alcanzar

martes, 6 de octubre de 2009

La historia de saúlo




Saúlo era un hijo de judíos fariseos de cultura helenística y con ciudadanía romana. Fue contemporáneo de Jesucristo e incluso estuvo en Jerusalén en la misma época que él, tenía una sólida formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística (hablaba griego, latín, hebreo y arameo). Fue un activo perseguidor de los cristianos bajo la influencia de los fariseos. De hecho él fue de los que participó y asintió en la ejecución de San Esteban, el primer mártir (denominado protomártir) de la iglesia de aquel entonces, quien cayera víctima de lapidación no como consecuencia de la barbarie de la multitud, sino como cumplimiento de una ejecución judicial, pues saúlo contaba con la venia de Roma. Participó en las primeras persecuciones contra los cristianos. Pero durante un viaje a Damasco, poco después de la crucifixión de Jesucristo, se convirtió a la nueva fe, que por entonces era considerada una secta herética del judaísmo.
Sin embargo esta historia podría proponerse de otra manera, no redundemos en saúlo el psicópata asesino perseguidor de cristianos, que ya es bastante con imaginarlo, vayamos a Damasco, donde nuestro pequeño y rechoncho saúlo, comedor exquisito de carnes y de pastas que de cuando en vez se metía sus borracheras para aplacar su sed de violencia, caminaba algo cansado por el elevado colesterol y glucosa en sangre sin saber como matar el tiempo, pero oh! que bien la solución estaba frente a sus ojos, un cristianito se escondía como un perro que se esconde de su dueño cuando sabe que ha obrado mal, este cristianito, que era casualmente medico, se escondía de la brutalidad romana, se escondía de todos, y no sabia que ya estaba descubierto por saúlo que por atrás de el y en sigilosa marcha se acercaba con un masa sujetada por sus robustas manos, el miedo agudizo los sentidos del cristiano que en un arrebato adrenérgico; el cual hacia que el tono muscular este sobre excitado y por esto, por arco reflejo al creer escuchar un ruido detrás de el salta presuroso y así evita el fatal golpe que iba directo a su espalda, al ver al sádico saúlo levantar otra vez la maza sobre sus hombros, el cristianito emprende raudo la huida cual Akiles pélida, o el argenteo Hermes (disculpen la herejía por los dioses paganos), les decía que el cristianito se metía un pike pero tremendo ya que de ello dependía su vida y atrás de el como podía con la fuerza que le da la ira con la masa en mano lo perseguía saúlo, el sanguinario saúlo, ahora entienden que saúlo de vida frugal, y de excesos con mas de 40 años probable problema de síndrome metabólico (obesidad, hipertensión y diabetes), pudo haber tenido un trombo en la femoral, quien dice que no?, y este trombo al esfuerzo brutal de correr, se desprenda, y ascienda hasta la cava inferior de ahí al tronco pulmonar, al circuito pulmonar luego, y llegue a aurícula izquierda en diástole baje en miles de pedacitos al ventrículo izquierdo y en sístole a través de la aorta esos miles de pedacitos vayan a la arteria cerebral media y a la posterior dónde…. Pum le causa un TIA (TRANSTORNO ISQUEMICO AGUDO) entonces nuestro buen saúlo que poco conocía de medicina empieza a sufrir de diaforesis, de miedo a perder súbitamente la vista, y escuchar cosas extrañas a su entorno, lenguajes musicales, y pensar que tal vez existe un Dios, mientras el cristianito que era galeno le busca el reflejo pupilar, le hace babinski, le toma potenciales evocados del iris y se da cuenta pues que ese trombo que esta muy probablemente en los lóbulos occipitales y parietales, por que empieza el sujeto a hablar con disartria, en algunos días será disuelto por los plasminogenos que circulantes en sangre se activan a plasmina con la liberación de calcio que los trombos comúnmente suelen producir, entonces por esa piedad que tienen los hombres de fe le hace la taba y funge el oficio de lazarillo y de paso le habla de su Dios, mas recuperado saúlo, conmocionado por la nueva oportunidad que le da la vida decide cambiar de sanguinario saúlo, al nombre de apóstol pablo, que tiene dos acepciones, pequeño, por que saúlo era un enano, y que además significa la verdad por delante, cuenta la historia, que era tan enérgico pablo con su fe y su cristianismo, que hasta llego a cuestionar al patriarca de la iglesia cristiana PEDRO el que negó a Jesús en tres ocasiones (leer hechos de los apóstoles), actualmente se le ve a pablo como el apóstol misionero, es como el arquetipo de todo misionero, sin embargo la historia no cuenta algo tan lógico como la conversación que le agregamos a continuación:
La mujer se acerca meneando sus caderas al vaivén de la jarra roja del vino romano, 40 años han pasado ya desde que el sanguinario saúlo, dejo de existir para transformarse en el misionero pablo
- tu eres pablo el misionero?
- Si mujer yo soy el que dices
- Cierto es venerable anciano, que tiempo atrás usted era el azote de los cristianos, y que luego transformado fue por la gracia divina al que ahora es, para este fin superior que es el proclamar el mensaje de Dios en todo el globo terráqueo
- Cierto es mujer
- Es feliz?
- No mujer –dice pablo sorbiendo un poco de vino mirando en el reflejo la vieja mirada del saúlo aquel, el sanguinario- mentiría si he de decir que lo soy
- Y por que no lo es venerable señor?
- Por que por mis pecados cometidos, he de absolverme con los trabajos impuestos por mi propia fe y por mi religión
- No será mejor decir, anciano que aun siendo sabio usted, que no se siente feliz, mas bien por que en algún momento de su vida tuvo miedo de seguir con su felicidad que era la ira, y la destrucción, que cuando sucedió aquel incidente harto conocido, usted opto por ponerse la mordaza y transformarse en algo contrario a su demoníaca naturaleza, que a través de los años a querido acallar esa voz, caminando y caminando, sin encontrar descanso, que esto no es otra cosa que una farsa una excusa barata para poder justificar su cobardía
Saúlo se paro con brutalidad tirando jarra y vino y con el salvajismo de antaño se hizo con las bruñidas manos de la silla para estrellarla contra el cuello de la mujer, en el momento que otros; sus seguidores, con presteza súbita lo detenían. Lo veía todo rojo, el vino era rojo como la sangre, la sangre que quería ver correr, mientras la mujer le sonreía con una maligna certeza, como si al final de los días de pablo ella hubiera llegado de algún lugar muy oscuro y lejano, para dilucidarle la verdad.

1 comentario:

David Roquentin dijo...

El elefante llegó tranquilo a casa. Ambos.